Hace años que el cine coreano ha
igualado, y en muchos casos superado, a otras cinematografías dentro del género
de terror. Pero sin duda Train to Busan
(2016) ha marcado un antes y después en el subgénero de zombies ofreciendo un
enfoque diferente y aunando la habitual calidad del cine coreano con un guion
potente con toques de drama, consiguiendo estrenarse por toda España y
recibiendo halagos y excelentes críticas. No ha tardado en anunciarse su
correspondiente remake, de momento pospuesto,
ni su secuela, ya en desarrollo. Pero lo más importante es la proliferación del
subgénero zombie, como Rampant
(2018), cuya crítica ya te trajimos al blog, o como la elegida para esta nueva
entrada, la serie Kingdom, cuya
esperadísima segunda temporada está en rodaje. Ya sabemos que, sobre todo en
televisión, van apareciendo numerosas producciones de un género concreto, y el
terror está ahora de moda. Si The Guest
(2018), otra recomendadísima serie, se centraba en posesiones y exorcismos,
surgiendo otras como Priest (2018),
en esta ocasión son los muertos vivientes quienes toman el protagonismo de
forma excelente.


