CINE - ILLANG. LA BRIGADA DEL LOBO (2018)

En un futuro cercano, en medio de un desorden político mundial, las dos Coreas acuerdan reunificarse para poder sobrevivir. Las grandes potencias mundiales, temiendo que la reunificación les haga demasiado fuertes, les imponen fuertes sanciones económicas y bloqueo para importar petróleo.  Someten al país en un caos aumentando el malestar y las protestas de los ciudadanos, cada vez más violentos. Nace un grupo terrorista antirreunificacion llamado “Secto” que provoca una crisis en el gobierno. Para combatirlo el Presidente crea una Unidad Fuerzas Especiales que en poco tiempo se hace con el control del orden público. Hasta que en menos de un año ocurre un incidente llamado “Viernes Sangriento”, donde la muerte de 15 niñas inocentes pone en entredicho su reputación. El Departamento de Seguridad Publica molesto con el plan de reunificación aprovecha esta situación para cerrar el comando de las Fuerzas Especiales. Sus miembros, traumatizados, ocultan su identidad tras cascos de acero.

Después de una intro que te mete en situación, pasa a unos primeros momentos de la película que pueden parecer algo confusos, con varios personajes en escena en una manifestación, con mucha policía y caos que rápidamente pasa a la acción. Hace un alto para hacer una presentación de los personajes  y luego centrarse sobre todo en la pareja protagonista.

Protagonizada por Gang Dong-won (Woochi Cazador de Demonios) y Jeong Woo-seong (El Bueno, El Malo y el Raro) cumplen todos con su cometido, uno como soldado atormentado y con corazón y el otro como su Superior al mando de las Fuerzas Especiales, recto e implacable. Un desconocido para el gran público, Moo Yul Kim (Bad Guys. Vile City) es el más malo de todos los del Departamento de Seguridad Publica. Lo hace genial.

Después de leer varias críticas donde no la ponían muy bien y la tachaban de larga y excesiva a mí me pareció todo lo contrario. Me pasaron las dos horas y veinte minutos volando y me lo pase genial viendo a esta Brigada de Lobos. No es de lo mejor del director coreano Kim Jee-Woon (Encontré al Diablo, El Bueno, El Malo y el Raro) pero es una buena película de acción que adapta la historia original de Mamoru Oshii, Jin Roh (1999) pero sin llegar a ser un remake en toda regla y que continuaba a dos largometrajes anteriores, de 1987 y 1991, pero consiguiendo tener personalidad propia, sobre todo con el cambio de país.

Sorprende su corte futurista, acompañado de una acción muy real. Me explico, no hay casi CGI en los disparos, ni en los impactos de bala, ni personajes, ni apenas en los escenarios. Las escenas de acción van acompañadas siempre de buenos momentos de peleas muy bien coreografiadas por el mejor coreógrafo del país, Jung Doo-hong (The City of Violence) mezclando disparos con artes marciales.

Se presentó en el Festival de San Sebastián en la Sección Oficial y en el Festival de Cine de Sitges en la Sesión Sorpresa.

Lo Mejor: La escenas de acción sin duda. El look que de las Fuerzas Especiales es muy chulo.

Lo Peor: La falta de carisma del los protagonista hace un poco lenta la relación de la pareja.

Juanan Domenech