El cine épico e histórico es habitual en cualquier cinematografía,
pero el resultado no siempre es el esperado. Pero tenemos muchísimas películas
de gran calidad, como esta que traigo hoy al blog. Una historia real, la del
asedio al castillo de Ansi, una batalla decisiva en la guerra entre China y
Goguryeo que duró ochenta y ocho día y cuya adaptación cinematográfica dirigió
y guionizó Kim Kwang-sik-I (Tabloid Truth), consiguiendo algunos premios como
el de mejor actor en los Blue Dragon Awards o el de la onceava mejor película
del año en los Korean Association of
Film Critics Awards, premios más que merecidos para una película épica
espectacular, llena de acción, estupendos actores y efectos especiales. Todo un
blockbuster trepidante que aúna calidad y entretenimiento a partes iguales. Sin
duda, una de las imprescindibles del año pasado.
En el año 645 D.C., la Dinastía Tang proseguía su campaña de
invasión en la península de Ansi, y para ello debía conseguir la fortaleza que
dirige Yang Man-chun. Pero el abrumador número de invasores chinos superaba con
creces a los defensores del castillo, quienes no podían recibir ayuda al ser
considerado el general un traidor a Goguryeo por no obedecer. Un joven soldado
es enviado al castillo con el fin de asesinar al general, viéndose inmerso en
la defensa del castillo. Tenemos todos los elementos necesarios para una gran
película. Suceso histórico, dramas personales y un escenario épico, y Kim
Kwang-Sik-I consigue traernos una estupenda película llena de acción y
estupendos personajes. El sentido épico es abrumador, sintiéndote uno más del
castillo de Ansi y notando esa empatía hacia el general, con un Jo In-Sung
desplegando un carisma arrollador. Se convierte con facilidad en el centro de
la película, y eso que el resto de actores, como Nam Joo-hyuk (Who Are You –
School 2015) o Park Sung-woong (Monstrum), siendo éste último el villano, papel
que borda. En la faceta femenina hay que mencionar a la cantante de AOA y
actriz Seolhyum, totalmente convincente como guerrera. El guion equilibra muy
bien el desarrollo de personajes con los momentos históricos y de acción,
consiguiendo un blockbuster de esos de cuando no era casi peyorativo. Una buena
historia, buenos personajes, buena acción, buen drama y ese auténtico estilo
visual espectacular. Claro está que hay algún momento dramático gratuito y
lacrimógeno, como el de los mineros, una secuencia prefabricada para acentuar
la empatía con el pueblo de Ansi. A pesar de ello, no está metida con pinzas, y
se agradece. Por otro lado, respecto al villano, me ha llamado la atención que
aunque es evidente que se demoniza a los Tang, al ser invasores y por ello los
villanos, evita caer en mostrárnoslos sólo como villanos y dejarlos planos. Las
ansias de poder del Emperador Taizong consiguen dibujar su personalidad como
una persona muy fuerte y tenaz, con esa visión conquistadora que le ha llevado
a arrasar por donde pasaba y aunque no es un personaje como los héroes, está a
la altura de los mismos. Aquí tengo que hacer un inciso, ya que la película
indica que el Emperador chino fallecía debido a las heridas de esta campaña,
pero los libros de historia no dejan claro el motivo de su muerte, hablando
algunas fuentes de disentería y otras de haberse envenenado por tomar elixires
alquimistas. Sea como fuere, la campaña que nos muestra la película fue la
última que realizó.
Aunque he hecho hincapié en la parte dramática y ese
equilibrio con la acción, esto último es realmente espectacular. Tenemos a Jang
Jau-uk (Man on High Heels) haciendo un magnífico trabajo tanto en los momentos
de grandes batallas como en la acción cuerpo a cuerpo, con un uso mínimo de
cables o efectos digitales (los cuales por cierto, son bastante buenos aunque
haya momentos aislados en los que se noten) que además están muy bien rodados.
Hay momentos de esta película que me recordaba a las dos maravillosas entregas
de Acantilado Rojo (2008-2009), de John Woo, pero sin llegar a tener ese toque casi
fantástico que suelen tener este tipo de producciones cuando vienen de China.
Tenemos que apuntar que también está Kim Tae-hwan, un nombre que lleva unido al
cine marcial coreano y al de la acción desde 1999 cuando comenzó en el clásico
moderno que es Shiri.
Para ir terminando toca hacer un pequeño resumen de la
película, algo que casi siempre hago y que creo que ayuda a organizar lo que
acabas de leer. The Great Battle es un ejemplo de cómo hacer buen cine épico y
de aventuras, con sus momentos patrióticos, como cuando el general alienta a
sus hombres, algo que ya es tópico y típico en cualquier película de estas
características. Un trabajo muy compacto y trepidante que se agradece ver y que
nos da a conocer un momento de la historia de Corea. Es sin lugar a dudas todo
un ejemplo de libro de cómo hacer una buena película comercial, que evita
tratar como tontos al espectador y a limitarse a ser un producto espectacular pero
vacío.
NOTA: 8
Iván Fernández
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