Aprovechando que es viernes y
seguimos en la semana de Halloween, vamos a hacer un repaso a algunas de las
mejores películas del cine de terror surcoreano. Un buen número de películas
indispensables dentro del género lleno de espíritus vengativos, asesinos en
serie y demás personajes habituales que te mantendrán pegado a la silla o el
sofá además de ofrecer una visión diferente y única. Distintos enfoques del
cine de horror que incluyen otros géneros como el thriller o el drama, pero siempre de los márgenes de este tipo de
cine que ha conseguido tener versiones norteamericanas. Desde 2 Hermanas, pasando por Hansel and Gretel, Encontré al Diablo, El Otro
lado del Espejo, la saga de Whispering
Corridors o las recientes El Extraño
o Train to Busan. Si te atreves,
adéntrate en el cine de terror coreano con nosotros.
The Housemaid (1960) |
Hace casi un año hacíamos un
pequeño recorrido por los fantasmas
coreanos, por lo que esta vez no voy a hablar de ello, voy a ir directo al
grano, a una pequeña selección de títulos de terror, acorde a estas fechas, ya
celebres Halloween, la Víspera de Todos los Santos, Noche de Brujas o Samhain.
Estas denominaciones tienen un elemento en común, los difuntos, y aunque,
evidentemente, no todas se celebran igual, al final, por la globalización,
terminamos considerándola una fiesta donde el cine de terror se ha hecho un
hueco muy importante. El cine coreano lleva existiendo desde hace mucho tiempo,
conectado muchas veces con las relaciones familiares y la venganza, como
muestran títulos como The Housemaid
(1960), The Devil’s Stairway (1964),
A Public Cemetery Under the Moon (1967)
o A Thousand Year-Old Fox (1969),
donde se incluyen también elementos fantásticos como en el caso del último
título. Pero como sucedió en todo el mundo, con la irrupción del j-horror, las miradas de occidente se
volvieron hacia Asia, buscando esos productos frescos que revitalizarían el
género. Hay “expertos” que indican que el terror asiático bebía del japonés,
pero como he dicho al principio, la mitología coreana, y, por ende, de
cualquier país, asiático o no, tiene sus propias leyendas y fantasmas, por lo
que es normal que en ciertos casos coincidan elementos, como los fantasmas de
largos pelos negros.
Esta explosión de terror asiático de mediados y finales de
los noventa contribuyó a que se exportasen films de este género de numerosos
países orientales, y Corea no fue una excepción, aportando además una serie de
estupendos títulos. Vamos a repasar los más conocidos, algunos de ellos
estrenados en cines o en formatos físicos en España. No estarán todos los que son,
eso es tema para un libro, pero sí pondrá de relieve estupendas películas, o
eso espero, y, sobre todo, que he visto y por lo tanto puedo recomendarlas.
A Public Cemetery Under the Moon (1967) |
1998 es una estupenda fecha para
comenzar este repaso, ya que dio comienzo una saga, Whispering Corridors, fantasmas en un instituto y que tendría cuatro
secuelas, todas ellas siguiendo el mismo esquema de adolescentes problemáticos,
oscuros secretos, a veces toques lésbicos y, sobre todo, muertes violentas. Era
el debut de Park Ki-hyeong, director
poco prolífico pero que conseguía un auténtico éxito de taquilla, rompiendo
algunos récords y considerándose un sleeper,
una pequeña película que se convierte en todo un bombazo y convirtiéndose en la
tercera más vista en Corea ese año. Este éxito provocaría las mencionadas
secuelas, comenzando en 1999 con Whispering
Corridors 2: Memento Mori, también conocida como Memento Mori, siendo además el título favorito de los dos
directores, Kim Tae-yong y Min Kyu-dong. En ella se acentúa el
tema lésbico, por lo que llegó a proyectarse en festivales como el Hong Kong Lesbian and Gay Film Festival
o su homólogo de San Francisco. Puede resultar un dato que sobra, pero esto nos
recuerda que el cine coreano, a pesar de ser de género (sea cual sea), siempre
enriquece sus guiones con elementos dramáticos, ya fuesen los problemas familiares
de los sesenta, u otros más acorde a cada época. Mientras que la primera parte
no consiguió casi premios ni nominaciones, esta primera secuela comenzaba a
ganar premios, concretamente para el reparto, en festivales de prestigio como
el Fantasporto o el propio Korean Association of Film Critics Awards.
La tercera parte se estrenaba en 2003, Wishing
Stairs (editada en España, por cierto, al contrario de las dos entregas
anteriores) siendo más comercial y sin viajar por festivales, pero manteniendo
el tema de las relaciones sentimentales entre chicas de instituto, pero ya como
elemento propio de la saga. La cuarta también nos llegaría en formato
doméstico, Voice (2005), titulada en
algunos países como Voice Letter,
donde el asistente de dirección de la primera parte se lanzaba como director, y
cuatro años después, la quinta, Whispering
Corridors 5: A Blood Pledge. Al margen de tocar los mismos temas, esta saga
está marcada por sus directores, todos ellos debutando en estas labores en cada
entrega, y lo mismo podemos decir de gran parte del reparto femenino. Incluso
ha tenido remakes como en Indonesia,
con Death Whisper (2019), o Sunyi, que se estrenaba el paso mes de
abril. China anunció en 2015 su versión, pero no parece que haya terminado
rodándose, o al menos no ha tenido repercusión.
Whising Stairs (2003) |
The Quiet Family (1998) dejaba los fantasmas fuera, presentándonos
a una familia que regenta una pensión en medio del campo y donde la gente que
se queda, suele morir. Humor negro para una película con grandes nombres. Su
director y guionista debutaba, siendo, ni más ni menos, que Kim Jee-woon (Encontré al Diablo),
consiguiendo con su primera película premios a su dirección en Sitges o Fantasporto, y en el reparto tenemos a Choi Min-sik (Oldboy) y a Song
Kang-ho (The Host)
Phone (2002) es una película que también conseguía estrenarse en
diversos países (si, España incluida) y que volvía al tema fantasmas, pero con
ese toque dramático que tanto gusta en Corea. Una periodista comenzará a
recibir amenazas tras escribir un artículo sobre pedofilia, lo que la hará
cambiar de número e incluso mudarse, pero seguirán las llamadas extrañas, por
lo que la protagonista investigará sobre su nuevo número y descubrirá algo
aterrador.
Kim Jee-woon debutaba en 1998,
siendo su siguiente largometraje ajeno al terror. Pero el éxito de The Quiet Family le llevó a participar
en un segmento de Three (2002) pero
sin duda fue en 2003 donde volvió a dar el campanazo con una, para mí, obra
maestra, 2 Hermanas. Un potente
guion sobre las relaciones familiares, con una atmósfera asfixiante y terrorífica
que llega al clímax de forma brutal que se basa en un cuento tradicional
coreano, The Story of Janghwa and
Hongryeon, escrito en la era Joseon y que ha tenido numerosas adaptaciones
al cine en 1924, 1936, 1956, 1962 y 1972. Llegó a estrenarse en cines en
España, y recuerdo el grito de un espectador en cierto momento, ayudando a que
liberásemos toda la tensión que íbamos acumulando durante el metraje. Arrasó
por los festivales por los que pasaba, con más de 20 premios internacionales.
Tuvo su correspondiente remake
norteamericano, Presencias Extrañas
(2009), muy, pero que muy inferior y totalmente prescindible. El director no
volvería al terror hasta otra obra maestra en 2010, Encontré al Diablo, película que dudo que necesite presentación. Un
giro de tuerca maravilloso al subgénero del psycho-killer,
con Choi Min-sik y Lee Byung-hun, tremendamente
violenta y sangrienta. Y como era de esperar, llegarían las versiones, unas sin
pagar derechos, como la tamil Yutham Sei
(2011), la de Bollywood (y oficial), Ek
Villain (2014) y una norteamericana que lleva años sin conseguir la luz
verde y que podría ser una realidad el próximo año. También consiguió casi
veinte premios, colocando al director en primera fila.
El Otro Lado del Espejo (2003) mantenía a los fantasmas como
protagonistas, con un guardia de seguridad en un centro comercial que
investigará un secreto que tiene que ver con los espejos. De nuevo la atmósfera
trabajaba para una historia más convencional pero no por ello menos
recomendable que repetía lo de director novato, Kim Sung-ho y que tenía a Yoo
Ji-tae (Attack the Gas Station) como protagonista. También tendría remake, Reflejos (2008), con Kiefer Sutherland como protagonista y el francés
Alexandre Aja como director, lo cual ya es síntoma de calidad, siendo una buena
versión y que conseguiría secuela directa a vídeo bastante inferior.
TERROR, TERROR Y MÁS TERROR
La explosión de terror oriental
en el cine nos traería en el nuevo milenio muchos más títulos, y como no quiero
extenderme mucho más, voy a nombrar algunas películas que dejan claro que Corea
se puede considerar una potencia en este género, multiplicándose las
producciones, algunas llenas de tópicos pero que han mantenido a los espectadores
agarrados a las butacas, como Face
(2004), Dead Friend (2004), que se
editó en DVD en España, R-Point
(2004), con ese componente bélico, Red
Eye (2005), Cello (2005), Cinderella (2006), Muoi (2007) o Hansel and
Gretel (2007), un cuento barroco de terror. Muchos de estos títulos son
meramente comerciales, pero de vez en cuando han aparecido otros títulos que se
salen de lo común, como la maravillosa Bedevilled
(2010), asfixiante y con un terror muy real. Desaparecidas (2015), con una escuela de chicas llena de secretos y
un giro final que cambia un poco el género y por ello no ha tenido la
repercusión que podría haber conseguido. También es cierto que El Extraño (2016) eclipsó a cualquier
muestra de terror que se haya estrenado. Una mezcla de géneros con el
chamanismo en el centro y otra nueva obra maestra del género surgida de Corea.
Además, es una película de la que es mejor no saber mucho más. Su éxito
internacional llevó a que el tema de los exorcismos tuviese repercusión, con la
aparición de películas como The Priests
(2015), con dos curas, uno joven y otro maduro, intentando salvar el alma de
una joven, o k-dramas como The Guest (2018), también muy recomendable
con momentos terroríficos como no se suelen ver en televisión.
Pero si hay que hablar de un
título que haya marcado la diferencia es Train
to Busan (2016), la famosa película de zombies que ha maravillado a todo el
mundo, incluso al público ajeno al cine coreano o asiático y que tendrá una
secuela que ya están rodando con el título provisional de Península, y un remake
estadounidense que se está preparando. Pero claro, si se menciona a este film,
que tiene una precuela animada, Seoul
Station (2016), no puedo dejar de mencionar la serie de Netflix, Kingdom (2019), con zombies en la era Joseon y que tendrá segunda
temporada, o mejor dicho, la segunda parte de la primera temporada, completando
los doce episodios. Contar con Doona Bae,
una de las estrellas coreanas más conocidas, ayuda, pero la calidad de la
propia serie no necesita de ganchos de este tipo, como ha demostrado su éxito. The Mimic (2017) es una de las más
recientes incorporaciones al género, no tan brillante como parecía en un
principio, siendo superada por Gonjian:
Haunted Asylum (2018), una estupenda muestra del found footage basada en una historia real. Y para terminar, una
película que se puede ver en Netflix,
seguramente adquirida por la plataforma por cierta similitud con Kingdom. Me refiero a Monstrum (2018), más cercana al cine de
aventuras con monstruos que al terror puro y duro, algo similar a The Divine Fury (2019), que une el
terror con la acción con un experto en artes marciales mixtas (MMA) que ayudará
a un cura a detener a unos demonios.
He dejado fuera títulos muy
conocidos como The Host (2006) o Sector 7 (2011) ya que, aunque tenemos
momentos de terror, se acercan más al subgénero de monstruos, o las versiones
de The Ring, que también las hay. Y
es que, el cine de terror coreano es enorme, con títulos de muchas calidades,
algunos del montón, otros que despuntan y otros que son grandes obras del
género. The Wig (2005), Killer Toon (2013), infinidad de
títulos que ofrecen lo ya visto o intentan darle esa vuelta de tuerca que a
veces parece lo único que puede conseguir dar aire fresco a un género que ahora
está algo parado pero que sin duda nos sorprenderá en cualquier momento con más
fantasmas o asesinos sangrientos coreanos.
Por cierto, algunos de estos
títulos, incluyendo los primeros que he mencionado de los años’60, se pueden
ver gratuitamente en el canal de Youtube del Korean Film Archive: https://www.youtube.com/user/KoreanFilm/featured
Iván Fernández
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