Dentro de la sección Dos Coreas, tres títulos centrados en
la Guerra de Corea, dos de ellas basadas en sucesos reales e históricos, y una
tercera enmarcada en el terreno del blockbuster
(aunque las tres pueden encuadrarse en dicho terreno) pero manteniendo una
historia centrada en las relaciones entre Corea del Sur y Corea del Norte,
mezclado con el cine de catástrofes y de acción. Dos formas diferentes de
acercarnos a un conflicto que comenzó hace setenta años, pero igualmente con
una cuidada producción y con repartos estelares, incluyendo nombres
internacionales.
Operación Chromite (2016) inició una trilogía histórica que narra
eventos previos a la Batalla de Inchon,
un enfrentamiento decisivo por mar y tierra para reconquistar Seúl. Esta
operación recibió el nombre que da título a la película. John H. Lee (71 – Into the Fire) dirige y co-escribe, junto a Lee Man-hee (The Divine Weapon) esta
historia que se centra más en la infiltración y posterior cacería de los
espías, conociendo a los personajes protagonistas a la vez que nos adentramos
en la operación Chromite. La acción se deja en un segundo plano en favor de la intriga
y del buen hacer del reparto, encabezado por Lee Jung-jae (Asesinos) y con su némesis, interpretado por Lee Beom-soo (Beauty Inside), un duelo
interpretativo de altura. No puedo dejar fuera a Liam Neeson (Venganza), interpretando al General MacArthur en un
papel más extenso de lo esperado y muy convincente, incluyendo el maquillaje y
su forma de caminar. Por todo ello, a pesar de encuadrarse en la Guerra de
Corea, la película consigue hacer un retrato humano de los soldados
protagonistas, siendo además un momento crucial tanto para la guerra, como para
las relaciones entre Corea y Estados Unidos, todo ello evitando que el guion
sea una excusa para las escenas de acción y consiguiendo un buen equilibrio, a
pesar de tener momentos algo más lentos, pero sin llegar a aburrir, en parte
por los actores, que consiguen llevar el peso de la película.
La segunda entrega llegaba en
2019 con The Battle of Jangsari, con
un grupo de soldados novatos intentando tomar la playa de Jangsari. Un
estupendo equilibrio entre drama y acción bélica, con alguna nota de humor,
pero mostrando la cara salvaje y humana de la guerra, con la secuencia del
desembarco y la toma de la playa brutal y violenta, alejada de la acción
estilizada. El guion de nuevo es de Lee Man-hee y esperemos que la tercera
entrega, que cerrará la trilogía, le mantenga como guionista, ya que a pesar de
seguir en la Guerra de Corea y narrar una historia real, consigue separarse de Operación Chromite para ofrecer algo
diferente, más centrada en la acción. La dirección corrió por cuenta de Kim Tae-hoon, quien debutaba como
director de largometrajes tras sus incursiones en dramas como Athena (2010) y Iris 2 (2013) y con una
larga experiencia en los efectos digitales, además de haber sido asistente de
dirección en la fabulosa 71 – Into the
Fire (2009) y Kwak Gyeong-taek
(RV: Resurrected Victims) De nuevo se usa un marco bélico para ahondar en
personajes, ésta vez en estudiantes obligados a participar en una misión casi
suicida, la toma de la playa de Jangsari. Y es precisamente la secuencia de la
toma la que muestra la crueldad y brutalidad de la guerra, pero alejándose de
tópicos estilizados y teniendo en cuenta la inexperiencia de los soldados. Más
allá de tiroteos espectaculares, la violencia mostrada humaniza a los
personajes de ambos bandos, y recordando que luchaban hermanos contra hermanos.
Tenemos que sumar también en la profundización de algunos de los protagonistas,
como el interpretado por el también cantante del grupo SHINee, Minho (Illang)
el soldado Choi Seong-pil, o el Capitán Lee Myeong-joon, interpretado por Kim Myung-min (Monstum) También tenemos
dos caras de Hollywood, la de Megan Fox
(Transformers) y George Eads (CSI)
La primera interpreta a una corresponsal de guerra, personaje basado en dos
periodistas reales, preocupada por mandar casi a la muerte a los protagonistas,
mientras que Eads interpreta a un general estadounidense cuya importancia de
cara al final de la misión de la toma de la playa será sumamente importante.
Como en Operación Chromite, la
participación de estrellas norteamericanas es necesaria por la importancia de
sus personajes, aunque aquí salen menos que Neeson en la primera entrega,
remarcando así la necesidad de colaboración en aquellos años entre ambos países
para conseguir la victoria. Drama, gotas de humor y acción que combinan
estupendamente incluso si se visionan las dos entregas seguidas.
Alerta Roja (2019), o Ashfall,
sigue mostrando las diferencias entre las dos Coreas, pero dentro de una
película de catástrofes y acción. Kim
Byeong-seo (Cold Eyes) y Lee
Hae-joon (Castaway on the Moon) co-dirigen, además de encargarse del guion
junto a Kim Tae-yoon (Suspect X), Kwak Jeong-deok (Temptation of Eve – Good
Wife) y Lim Joon-hyung (Old Boy)
para ofrecer un espectáculo visual replete de acción con un volcán en erupción
que podría destruir toda la península coreana. El plan para liberar presión en
el volcán y evitar que la última erupción arrase con las dos Coreas nos
mantiene en tensión durante todo el metraje, algo más de dos horas y que nos
ofrece además otro duelo interpretativo, el de Ha Jung-woo (Take Point), líder del equipo surcoreano, contra Lee Byung-hun (Mr. Sunshine), espía del
norte. Curiosamente, Jung-woo no interpreta a un tipo duro, ya que su personaje
tiene poca experiencia real, dando matices casi cómicos y alejándose de
estereotipos del actioner puro y
duro. Byung-hun también consigue esquivar el villano más arquetípico, con
momentos de empatía además de dotarle de un trasfondo dramático. Las escenas de
acción son trepidantes, ya sean de tiroteos o de destrucción por el volcán, con
estupendos efectos especiales. También tenemos más caras conocidas, como la de Ma Dong-seok (Train to Busan), Bae Suzy (Vagabond) integrante del
grupo Miss A, Jeon Hye-jin (The Beast) o el veterano todoterreno Lee Kyung-young (Misty), un reparto más
que solvente que aportan su granito de arena, en mayor o menor medida, a la
película. Este film se complementa perfectamente con los dos anteriores, y
aunque no se base en hechos reales, sigue mostrando un conflicto que pone en
jaque a las dos Coreas, siendo el personaje de Lee Byung-hun sumamente
importante para entender que a veces es necesario unir fuerzas contra un mal
común. En definitiva, es una película sumamente entretenida que da lo que
ofrece.
Tres historias con las dos Coreas de fondo, llenas de personajes sumamente humanos, con conflictos entre los dos países que se abordan de forma diferente aportando visiones lo más reales posibles. Las dos primeras que he comentado muestran sucesos reales, trozos de la historia de Corea que favorecen así la tercera película, de ficción, entendiendo y conociendo el pasado de cara a conocer el presente y posible futuro de la península.
IVÁN FERNÁNDEZ
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