El pasado 10 de febrero y hasta el 13
de marzo, se celebró en Madrid el XI
Festival Internacional de Magia, y contó con la presencia de un mago
surcoreano, Yu Hojin, a través de la
colaboración del Centro Cultural Coreano.
Tuvimos la suerte de asistir a uno de los pases para comprobar con nuestros
propios ojos las habilidades de Man Ho, además del resto de participantes,
todos ellos comandados por Jorge Blass,
actualmente el mago por excelencia español, como demuestra su estupenda
carrera.
Las pretensiones de este festival no sólo son una muestra de magia, sino una demostración de la reinvención de este arte. Jorge Blass fue el maestro de ceremonias y conductor del festival, alternando sus intervenciones con la del resto de artistas, realizando dos actuaciones la mayor parte de ellos y, entre medias, el propio Blass. David Climent, inglés, nos trajo espectaculares trucos con aires clásicos y el belga Laurent Piron (campeón europeo de magia) presentó un número entrañable y asombroso con una hoja de papel que cobró vida ante nuestros ojos. El sueco Hakan Berg, por su parte, unió la magia y el humor con su divertidísimo The King of Birds, parodiando en algunos momentos los trucos con palomas tan habituales en la magia clásica. Desde Rusia vino Victor Moissev con unos números de malabarismo que le llevaron a trabajar con Cirque du Soleil. Y de España tuvimos, además de a Blass, a Inmagic, una joven maga forjada en las redes sociales. Y dejo para el final a Yu Hojin, no por nada, sino por ser el verdadero protagonista de esta entrada del blog y motivo esencial de nuestra visita, gracias a la propia Embajada, al festival.
El surcoreano fue la estrella
principal del festival, siendo el actual campeón mundial de magia. Con tan sólo
ocho años presenció un sencillo truco con cartas que hizo que se enamorase de
la magia y de la manipulación de cartas, por lo que comenzó a practicar de
forma autodidacta, enseñando a sus familiares y amigos los trucos que iba
aprendiendo. A partir de aquí comenzaría su carrera con un único objetivo,
convertirse en mago. Y vaya si lo ha conseguido. Ha sido el primer asiático en
ganar el Grand Prix Award en el FISM World Championship of Magic, en
2012, y el ganador más joven del premio al Mago
del Año de la Academy of Magical
Arts en el Magic Castle de
Hollywood, entre otros galardones que le han convertido en el campeón mundial.
Tras siete años siendo una de las grandes estrellas del espectáculo en Broadway The Illusionists, y una vez finalizado su contrato, ha comenzado a realizar espectáculos por todo el mundo como el que realizó en este festival. Primero realizó un bello ejercicio con una pluma, con una exquisitez y sensibilidad extraordinaria, pero posteriormente nos asombró con su especialidad, las cartas, levantando aplausos en el incomparable Teatro Circo Price, sin olvidar la despedida y saludo al público español y madrileño, convirtiendo nuestra capital en la capital de la magia mundial.
En definitiva, este festival fue
un estupendo espectáculo repleto de asombrosos trucos y humor que hizo conectar
a los espectadores con el niño que llevamos todos dentro, aunando la magia más
clásica con la más moderna, excelentemente llevada por Jorge Blass y con magos
de muchos países que demostraron que se puede llegar al público sin importar el
idioma que se hable. Y, personalmente, me encantó Yu Hojin, quien demostró por
qué es el mejor manipulador de cartas del mundo, además de lo sumamente
divertido que fue Hakan Berg. Para terminar, agradecer de nuevo a la Embajada de Corea y al Centro Cultural Coreano esta
oportunidad de disfrutar con el festival, un tipo de espectáculo al que nunca
había asistido pero que disfruté como no pensaba que lo haría.
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