Cuando se habla de artes marciales coreanas, la mayor parte de la gente piensa en el Taekwondo, y eso que existen muchas más artes de lucha, como el Hapkido, Tang Soo Do, Taekkyon, Haidgong Gumdo (esgrima), Soo Bahk Do e incluso Hwa Rang Do, algunos de ellos, muy modernos, creados en los años 50 o 60. Pero dentro de la variedad que existe, poco se habla del Ssireum, y eso que es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco desde 2018. Por ello, hoy vamos a conocer un poquito este sistema de lucha que se remonta a la época de los Tres Reinos, siendo Goguryeo su cuna, a pesar de comenzar a usarse el término ssireum (씨름) en la década de 1920…
Originalmente existían diferentes modalidades de lucha destinadas a la defensa, que usaban la partícula gak (각), que tiene su origen en el sonido del choque entre animales con cuernos, naciendo por ello el Gakjo, Gakhi o Sangbak. En la dinastía Joseon (1932-1897) pasaría a convertirse en un espectáculo integrado en diferentes festividades, como el Baekjung o el Chuseok, llegando a modificarse las reglas dependiendo de la región, pero manteniendo una identidad propia. No obstante, se pueden establecer dos sistemas diferentes, uno perteneciente al norte de la península coreana, y otro localizado en el sur. El premio que recibía el ganador era en muchas ocasiones un buey, que según indica el Korean Ssireum Research Institute, se podría deber a que la agricultura era la industria predominante en aquella época. En 1920 se le bautizaría como Ssireum, y, según los estudiosos, el origen de esta palabra proviene del verbo Ssirunda (씨룬다) que significaría enfrentarse entre sí, comparando la fuerza, aunque en octubre de 1912 se había realizado ya un campeonato organizado por el Yugakkwon Club en el teatro Dansongsa. En 1915 estas competiciones, que seguían considerándose parte de la tradición cultural, comenzaron a ofrecer dinero a los ganadores, siendo el primero de ellas el organizado por el teatro Kwangmudae, que llegó a durar cuatro semanas. Ya en 1927 vería cómo nacía la primera federación de Ssireum, aunque tardaría 9 años en crear el primer campeonato nacional, en 1936, para pasar a denominarse un año después National Ssireum Championship Contest. Este campeonato continuaría de forma anual hasta 1941, interrumpiéndose hasta 1947, que volvería a celebrarse hasta la actualidad. Durante su desarrollo, se fueron puliendo detalles, como las categorías por peso, ya que originariamente no existía esta diferenciación. Según otras fuentes, como Korea.net o la Korean Ssireum Association, en 1982 comenzaría su andadura como deporte profesional con la creación del denominado Folk Ssireum Committe, que un año después uniría fuerzas con la Korean Ssireum Association. En 1985, el comité se separaría de la asociación para resurgir un año después de nuevo de forma independiente y cerrar posteriormente sus puertas en 1991 para ser reemplazada por la Korean Folk Ssireum Association, que terminaría denominándose Korean Ssireum Association. Un baile de nombres que luchaba por la conservación y popularización de este sistema de lucha, siguiendo durante el siglo XXI su evolución.
Una vez conocida la
historia de esta disciplina, toca hablar de sus técnicas. Este sistema de lucha
se basa en intentar tumbar al oponente partiendo del agarre del cinturón, o Satba,
que llevan atados alrededor de la cintura y muslo. Ambos contendientes
comienzan agarrando y enrollando su mano izquierda en el satba del contrario, de rodillas y abrazados, para después ponerse
de pie y comenzar la lucha hasta que cualquier parte del cuerpo por encima de
la rodilla del oponente, toca la arena de lucha, o Ssirum-jang, de alrededor de siete metros de diámetro, sin soltar
el cinturón. La resistencia, fuerza y técnica son primordiales, y existen
cuatro categorías de peso, mosca, ligero, mediano y pesado, pero que, en
coreano, reciben los nombres de las cuatro montañas principales de Corea, Taebaek, Geumgang, Halla y Baekdu, respectivamente. Por cierto, no
se permiten golpes de ningún tipo, por lo que las técnicas permitidas se
limitan a levantar, lanzar, girar y hacer zancadillas, siempre, recordemos, sin
soltar el cinturón.
Como ves en estas
pequeñas pinceladas, el Ssireum aúna el deporte con la tradición, sabiendo
adaptarse y evolucionar con los tiempos. Lejos quedan los días de las
demostraciones en festividades y del buey de premio, convirtiéndose en un
deporte en toda regla con premios en metálico, siendo el mayor de ellos estipulado
en mil millones de wons. Su importancia para la cultura coreana queda patente
cuando se solicitó su inclusión en el mencionado fichero de la Unesco, quien
aceptó que se sumase a otros aspectos culturales coreanos que también son
patrimonio de la Humanidad.
IVÁN FERNÁNDEZ
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